En la mente del consumidor promedio, las cláusulas abusivas están casi siempre ligadas a las hipotecas. Sin embargo, la realidad es que estas prácticas poco transparentes y a menudo perjudiciales para el cliente pueden aparecer en cualquier tipo de contrato de préstamo. En Daniel Rivero Braña Avogado, especialistas en derecho bancario en Lugo, te lo dejamos claro: si has firmado un préstamo personal, un crédito al consumo o cualquier otro producto financiero no hipotecario y sospechas que contiene términos injustos, es crucial saber que tienes derecho a reclamar.
La normativa española y europea es clara al respecto: un contrato debe ser equilibrado y transparente. La Ley de Consumidores y Usuarios, junto con la jurisprudencia del Tribunal de Justicia de la Unión Europea y el Tribunal Supremo español, ha establecido que las cláusulas que causan un desequilibrio significativo en perjuicio del consumidor son nulas. Esto no solo se aplica a los préstamos para la vivienda, sino a todo producto financiero ofrecido a particulares.
Identifica las cláusulas abusivas más comunes
Aunque no se trate de una hipoteca, hay ciertos términos que deberías revisar con lupa. Las cláusulas más frecuentemente consideradas abusivas en préstamos no hipotecarios incluyen:
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Intereses de demora excesivos. Si el interés que te aplican por retrasarte en un pago es desproporcionadamente alto, podría considerarse abusivo. La jurisprudencia ha fijado límites que, si se superan, invalidan esta cláusula.
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Comisiones de apertura o estudio elevadas. Aunque las comisiones son legales, deben responder a un servicio real y su coste debe ser razonable. Las que son muy altas y no tienen una justificación clara pueden ser impugnadas.
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Intereses remuneratorios usurarios. Si el tipo de interés que pagas es notablemente superior al interés normal del dinero en el momento de la contratación, podría ser considerado usurario. Este es un problema muy común en las tarjetas de crédito revolving.
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Garantías desproporcionadas. Cuando se te exigen garantías excesivas para la cantidad prestada, la cláusula podría ser impugnada.
¿Cómo puedes reclamar y qué necesitas?
El primer paso es revisar tu contrato con un abogado especializado como Daniel Rivero Braña. Un profesional podrá analizar cada cláusula y determinar si existe un desequilibrio o falta de transparencia. No intentes hacerlo por tu cuenta, ya que el lenguaje legal es complejo.
Una vez identificada la cláusula, se puede iniciar una reclamación extrajudicial para intentar llegar a un acuerdo con la entidad. Si no hay respuesta o es negativa, el siguiente paso es la vía judicial.
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En Daniel Rivero Braña Avogado contamos con la experiencia necesaria para evaluar tu caso y luchar por tus derechos, garantizando que el proceso sea lo más fluido y exitoso posible. No permitas que las cláusulas abusivas sigan perjudicando tu economía. Contáctanos y solicita una primera consulta con nosotros.